Vivimos momentos de cambio, de transformación a nivel global, donde la mente y la visión racional ha de ceder su liderazgo al corazón, al sentir. Y este cambio nos pide despertar, dejar de vivir en automático y responsabilizarnos de nosotras mismas y de nuestra vida.
Tú ya has dicho SÍ a esa llamada interna que te pide ser más Tú, que te dice que otra forma de vivir, más plena y alineada contigo es posible ¡enhorabuena!
Y en ese proceso de reinvención todo empieza por preguntarte «quién soy yo en este momento», y sobre todo, «quién debería ser para conseguir los resultados que quiero«.
Tu corazón ya tiene todas las respuestas, sin embargo, nos empeñamos en seguir buscando en la mente. Entre otras cosas, porque así es como lo hemos aprendido.
El ruido y las obligaciones del día a día no ayudan, por eso necesitamos crear esos espacios de re conexión y con nosotras mismas y con nuestro potencial dormido.
Una de las mejores formas de conectar con nosotras mismas es a través de:
– la naturaleza, ya que somos parte de ella y ella de nosotros;
– el cuerpo y las emociones, que son el lenguaje del corazón a través del que se expresa el alma. Generando emociones como la alegría, la gratitud o la paz interior elevas tu frecuencia y accedes a tu poder creativo, a tu Maga interior.
– la interacción con personas afines, a través de la cual accedemos a la inteligencia colectiva.
En el solsticio de verano celebramos que la luz está en su máximo esplendor y la podrás soltar lo que te lastra, elevar tu energía y tomar impulso.
Después trabajaremos juntas para materializar lo vivido y avanzar paso a paso, con claridad, confianza y foco hacia tus metas.
¿Te vienes?